El estilo Vidal de juego del palo canario. Un estilo palmero recuperado por Don Tomás Hernández Medina

Antonio Cabrera

(Noviembre 1997, V Encuentro Canario de Juego del Palo, 25 Aniversario del CUPC)

El rescate del juego del palo palmero “Vicente Vidal” a través de don Tomás Hernández Medina.

El juego del palo es una modalidad deportiva que procede de nuestros antepasados guanches y que se conserva actualmente en las islas. Ellos lo utilizaban en su mundo pastoril como instrumento de trabajo, como juego en sus fiestas y especialmente como un medio de defensa frente a los conquistadores.

Hoy, se conservan diversos estilos que se diferencian principalmente por el tamaño del palo y por las técnicas que desarrollan. Se juega por parejas y los palos no pueden tocar el cuerpo, tienen que detenerse justo antes de llegar si no es atajado a tiempo.

Entorno a los deportes autóctonos, especialmente la lucha canaria y el juego del palo, ha llegado hasta nosotros no sólo un conjunto de técnicas deportivas, sino también una filosofía, una forma de entender las relaciones humanas y la convivencia que se manifiesta tanto en el terrero como en la vida cotidiana. En los auténticos luchadores y jugadores estos aspectos esenciales de dichas modalidades vernáculas aparecen con claridad.

Con cierta frecuencia y no menos preocupación observamos que el aprendizaje del juego del palo se centra en asimilar una técnica concreta y se olvida la transmisión de los aspectos que configuran su filosofía: la nobleza y respeto al compañero de juego, nadie gana, la no competitividad, la no agresividad…etc. Aspectos todos ellos comunes a la lucha canaria y que nos indican que ambas modalidades pertenecieron a un único patrón cultural hoy desintegrado pero no desaparecido.

En este sentido, para ver si un jugador es o puede llegar a ser un auténtico maestro de su modalidad no es necesario observar su juego.

Estas singularidades de nuestros deportes constituyen un tesoro a conservar por encima de todo, mas aun, cuando la filosofía de otros deportes, más promocionados por las instituciones y medios de comunicacion, es totalmente opuesta. Entonces, se trata de rescatar y promocionar nuestros deportes vernáculos en su integridad, en convivencia con otras formas de entender el ejercicio fisico en el desarrollo humano.

Datos biográficos.

Don Tomás Hernández Medina nace en el Calvario, municipio de Garafía, el 18 de septiembre de 1917, tenía entonces 72 anos. Su profesión fue el pastoreo y la agricultura entre el Calvario y Machin, los tres meses de invierno en la costa y el resto del año en el monte. Y, esporádicamente, ejerció también de albañil donde tuvo un accidente que le afectó a la cadera. En varias ocasiones cuando le entrevistábamos se quejaba del dolor en esta parte del cuerpo.

Cuando todavía no había cumplido los 20 años, en agosto de 1937, lo llevaron a la Guerra de España. Después de siete años de servicio militar, regresa a su pueblo natal para continuar en la agricultura al mismo tiempo que comienza su aprendizaje de juego de palo con Don Vicente Rodríguez Pérez, más conocido por Vicente Vidal, de Puntagorda, que trabajaba en las labores del campo en la zona de Machín, donde Don Tomás tenía unos terrenos. Allí se inician en el juego un grupo de garafianos entre los que destacaron Don Tomás y Don Abel. Según nuestros datos la última exhibición pública que hizo Don Tomás fue en un baile en el barrio de Franceses con su maestro Don Vicente Vidal, hace unos cincuenta años.

Don Vicente Vidal estuvo en la década de los cuarenta viviendo y trabajando al lado de la casa de mis padres, en Las Lomadas, municipio de San Andrés y Sauces, donde enseñó a jugar al palo a tío Bernardino, Antonio Millán y su hermano Manuel que vivía en los Galguitos, pero posteriormente no prosiguieron con la práctica de este deporte.

Recuerdo el día que conocí a don Tomás, agosto de 1989. Después de buscarlo durante dos días nos encontramos en la pista que unía su terreno de Machín con la carretera general. El encuentro fue cordial y aceptó venir con nosotros en el coche. Más tarde comprendí que el ir acompañado de mi compañera e hijo de cuatro años facilitó el acercamiento venciendo los recelos y desconfianzas que normalmente aparecen cuando se inicia el contacto con un jugador de estas edades. Ya en su casa, vivía solo, en el Calvario, por encima de la carretera que va desde Santo Domingo a Cueva de Agua, en un entorno con abundantes petroglifos aborígenes y por encima del suelo destacando las aspas de un molino de viento de diseño palmero. Ya en su casa, decía, nos fuimos a la huerta de rastrojos que tenía detrás de su casa a echar una punta. Le enseño los palos que llevaba, él me dijo que no tenía, y empezamos a hacer algunos movimientos de como era su juego. Mi actitud en el juego era de atajarme solamente y observar sus mañas, por eso me extrañó que cuando me dijo que le mostrara como juego yo me quedé sorprendido de que me quitara el palo de forma tan contundente, no lo esperaba, sin que el ambiente perdiera su cordialidad, recogí el palo y proseguimos con las demostraciones.

Al comprobar que don Tomás dominaba el estilo “Vicente Vidal”, fue uno de sus mejores alumnos, decía la hija de don Vicente, había que volver, pronto, para recoger con mas tranquilidad y otros medios audiovisuales las características y detalles de dicho estilo.

Unos meses después, en diciembre del mismo año, con otro compañero del grupo de palo de Abona, regresamos de nuevo a La Palma para hacer una grabación en vídeo y recopilar el máximo de información acerca de este juego. Cuando estábamos en su casa sentados en una caja de tea preparados para hacer la entrevista, don Tomás nos dice, hoy sí que está la cosa jodida, tengo un dolor en la cintura que me tira a la cadera y no puedo moverme. Sin decir nada, pensé, paciencia si se perdió el viaje y hay que volver otro día, se vuelve, pero al mismo tiempo seguimos la conversación sobre las cabras y las cosas del campo, sin prisa, pasado algún tiempo la dolencia parece que fue mermando porque acabamos en unas huertas, por debajo del molino, jugando al palo unas tres horas. A partir de este momento entendimos que habíamos pasado a ser de su confianza. Ese mismo día cuando subíamos a almorzar al bodegón Briesta, don Tomás decía, todavía no me creo que ustedes hayan venido de Tenerife a esto del palo. Era una persona que disfrutaba jugando. Después de almorzar quería seguir jugando en la sombra de los pinos que están al lado del quiosco.

El estilo de juego de don Tomás.

El maestro que enseñó a don Tomás, don Vicente Vidal, aprendió en Cuba con otro canario. No conocemos otros datos en lo que se refiere al origen.

Las características del juego practicado por don Tomás son:

a) El tamaño del palo que llegue a la cintura, pero también juega con el palo un poquito más largo, sin llegar a la altura de la tetilla, que le permita desarrollar tanto el juego corto como el largo. Tanto uno como otro se definen en función de la distancia que separa a los jugadores.

b) La forma de coger el palo con las dos manos es similar a los demás estilos, con la diferencia de que utiliza más los cambios de manos de acuerdo a las cuadras (posición de los pies) y que en las posiciones de atajado de puntas y trozos una mano permanece semiabierta, como estrategia permanente de defensa, una especia de pre-atajado frente a un posible quite de palo. Y en algunos momentos del juego largo coge el palo con una sola mano.

c) Posee dos mañas bastante desarrolladas para quitar el palo: una es un enganche con la punta tirando hacia afuera cuando el otro está en posición de atajado de punta o trozo, y la otra, dentro del juego largo, dando un palo con el trozo cuando el compañero de juego está también en la posición anterior. La ejecución de ambas mañas precisa de rapidez y coger al otro ligeramente desprevenido.

d) Tiene otra maña, en el juego corto, que consiste en combinar un palo al pecho con una técnica de la lucha canaria: se desplaza hacia la izquierda colocando el palo en el pecho y con el pie derecho traba una pardelera.

e) La forma de desplazarse en el juego es más bien circular. Nada de caminar hacia atrás, dice don Tomás. Hay que buscar siempre la espalda del otro y utilizando los movimientos para esquivar los mandados del otro compañero.

La promoción del estilo “Vicente Vidal”.

Hecha la primera parte del trabajo, encontrar a don Tomás, la sigiente era convencer a una institución de la isla para poner en marcha la divulgación a través de cursos de iniciación, para los cuales don Tomás estaba dispuesto. Dicha tarea no fue difícil cuando contacté con la Consejería de Cultura y Deportes del Cabildo Insular de La Palma, a través de don Antonio García, coordinador de deportes, que supo comprender, después de una larga charla, el cariño y el trato especial que había que darle a un hombre de 72 años, el cual tenía que salir de Garafía a Santa Cruz de La Palma, durante un mes, pues no se trataba de un monitor más de la campaña de promoción deportiva insular.

En marzo y abril de 1990 se organiza el primer curso insular de iniciación al juego del palo, organizado por el Cabildo de La Palma y que se desarrolló entre la capital de la isla y Los Llanos de Aridane, impartido por don Tomás Hernández Medina. Esta valiosa labor del Cabildo quedó interrumpida con la desgraciada desaparición de don Antonio García, al cual estamos profundamente agradecidos por su estimable colaboración en la promoción del estilo de juego “Vicente Vidal”.

Posteriormente, don Tomás participa en la campaña de promoción deportiva de su pueblo, Garafía, pero no con el mismo entusiasmo que lo había hecho al principio, sus diferencias con el alcalde pudieron haber influído en esta circunstancia y, a partir de este momento, el apoyo institucional prácticamente desapareció.

Antes de terminar me gustaría agradecer públicamente a don Tomás Hernández su esfuerzo y disponibilidad para transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones, a Antonio García y al Cabildo de La Palma que supieron estar a la altura de las circunstancias para poner los medios necesarios en la divulgación, a los organizadores, “Colectivo Universitario de Palo Canario”, en su veinticinco aniversario por darme la oportunidad de comunicarme con ustedes y a todos los que están haciendo posible la recuperación del patrimonio cultural canario.