Somos un grupo de practicantes, estudiosos, amantes, de una tradición tan rica y variada como es el juego de palo canario. Nos hemos interesado en el conjunto de prácticas, existentes en las Islas Canarias, que proceden de la fusión entre los pueblos que la han poblado desde hace milenios.

Una historia fascinante

La necesidad de la defensa era clara en una tierra cuyas comunidades padecían crisis cíclicas, hambre, dificultades en la supervivencia y una desigualdad social extrema, lo que provocaba encendidas disputas con otros barrios o municipios, a lo que se sumaba unas comunicaciones que eran realizadas mayoritariamente a pie. El uso de diferentes implementos realizados con madera, se hacía necesario a la hora de trabajar o defenderse.

La cultura de la Canarias campesina y pescadora, rendía respeto a la fuerza y a las actividades, deportes, formas de juego y lucha, en las que se defendiera el honor de las familias o poblaciones, frente a vecinos o localidades aledañas, de ahí la proliferación de actividades como el juego de palo.

A eso unimos un contexto de guerra permanente durante siglos. Primero entre los bandos indígenas anteriores a la invasión europea, peleando por recursos o contra piratas esclavistas. Luego el siglo largo de conquista con el trasiego de indígenas y colonos de las más variadas procedencias entre islas, a los que sumamos esclavos africanos. Igualmente el empleo del palo por las Milicias Canarias, que durante varias centurias agrupaban a los vecinos de cada lugar para combatir las agresiones piráticas, en una tierra con escaso acceso a las armas de fuego. Los motines populares contra diversos abusos, en los que se empleó. Los pleitos entre pueblos y barrios que llegaban a ser épicos, con desafíos memorables a palo y lucha. Su evolución en Cuba y otras latitudes de América Latina, lo que convierte al juego de palo en una auténtica tradición de ida y vuelta.

Riqueza

Todo esto se traduce en una inmensa variedad de juegos y riqueza, que fructifica en decenas de escuelas diferentes, en distintos manejos e ideas de juego. El cambio de modelo económico y la modernización de las islas, la irrupción del turismo y la dictadura franquista, modificaron de forma clara el contexto en el que se desarrollaba el juego de palo, por lo que es necesario adaptarlo a los nuevos tiempos y protegerlo como tradición cultural.

Consideramos igualmente que está ampliamente relacionado con otras actividades, como el poco conocido juego de la mano y la popular lucha canaria, tradiciones con las que convivía y que se influenciaron mutuamente, por ello estudiaremos también la relación con estas disciplinas, concibiendo la cultura canaria como algo integral sin la visión separadora que existe en la actualidad. Igualmente pretendemos conocer experiencias de nuestra tradición en América, tratando la relación con países como Cuba o Venezuela.

Presente y futuro

Consideramos que el estado de nuestro deporte es preocupante, no está en el lugar que le corresponde y su fragmentación en múltiples facciones lo condena a la marginalidad. Una tradición con esta belleza plástica, técnica, con una historia tan dilatada, no merece estar en ese estado y solamente puede crecer si desea garantizar su supervivencia. Igualmente sabemos que existe un mundo de jugadores por salir, mucho más que rescatar y autentificar que lo que está organizado. No se debe tolerar esa orfandad e inexistencia, porque todos podemos aportar a esta tradición y todos formamos parte de ella.

Todos podemos y debemos decir algo ante esto, por ello pretendemos dar voz a las personas que forman parte del espectro de practicantes del juego de palo, siempre desde el respeto personal, el amor a la tradición y la perseverancia en el rescate de nuestra herencia cultural. Favoreceremos la existencia de todo debate que permita aire fresco y renovación en este mundo necesitado de un empuje manifiesto para que continúe existiendo entre las nuevas generaciones de canarias y canarios. Por ese motivo creamos esta página, esta revista digital y te animamos a que formes parte de la misma.