Violencia, Tradición, y Juego del Palo en Canarias

José Víctor Morales Magyín

“La violencia colonial no se propone solo como finalidad mantener en actitud respetuosa a los hombres sometidos, trata de deshumanizarlos. Nada será ahorrado para liquidar sus tradiciones, para sustituir sus lenguas por las nuestras, para destruir su cultura sin darle la nuestra; se les embrutecerá de cansancio.”

Jean-Paul Sartre.

1963

Prólogo a “Los condenados de la Tierra”

Como el título de este articulo indica, intentaremos estudiar un muy breve segmento de estos tres fenómenos presentes en Canarias y que se relacionan entre si edificando una parte de nuestra particular cultura. Nos interesa en este caso, el estudio o aproximación, cuando menos cualitativa, a la violencia innata o adquirida del ser humano, las tradiciones que sin contener violencia física explícita inspiran actos violentos y las actividades que, de alguna manera, se relacionan con lo citado, en este caso será la esgrima con palos canaria conocida como juego del palo. Esto, personalmente, nos despierta gran interés pues está ubicado en nuestro entorno histórico social más próximo, donde fenómenos como los ya citados parecen converger de forma especialmente intensa, y que a su vez, se estructuran y organizan con la presencia de un pasado indígena del que queda una abundante cultura viva y un sistema colonialista de relaciones de producción, que generó las concretas formas sociales que coexisten en nuestro archipiélago.

Hemos sostenido en nuestros estudios sobre el juego del palo que esta antigua actividad canaria, poco tiene que ver con los orígenes y actividades con los que tradicionalmente se les había relacionado. Llegamos a la conclusión, a falta de quien lo desestime científicamente, que nada tiene que ver el juego del palo con la doma de camellos, con su uso para caminar o con su procedencia fuera del Archipiélago Canario. Como ya hemos expresado en otras investigaciones1, el juego del palo procede del mundo prehispánico, con su natural evolución, trasladado en el tiempo por los indígenas sobrevivientes y sus descendientes y mantenido y desarrollado en nuestras islas por la especial estructura social política económica y cultural que genera el colonialismo. Añadimos a esto una sociedad que, a nuestro juicio, en esta aproximación cualitativa, tienen unas cotas de violencia importantes. Señalamos en su momento que el palo, se instituyó en una clara señal de identidad que implicaba varias lecturas:

La evidente masculinidad –recordemos que las mujeres en Canarias no llevan palos aunque transiten por los mismos caminos que los hombres.

El evidente monopolio de la violencia, es decir, en una sociedad como la canaria en los siglos posteriores a la Conquista, la violencia, casi como hoy en día, es un ámbito predominio exclusivo del varón. En este sentido sostener un palo era señal y símbolo de estatus, y además la indicación de que se portaba para ser usado.

La señal de identidad, es decir, en la sociedad prehispánica los palos, en varias formas y sentidos, participaban de forma importante en actividades y ceremonias de los indígenas canarios, desde las acciones militares, a los ritos funerarios, al reconocimiento del poder, en los ritos de paso, en la señalización del estatus, o en fiestas juegos y ejercicios físicos. Esta actividadtrascendió y acompañó en su paso a los indígenas desde su destruida sociedad a la nueva sociedad colonial. Y recorrió este camino hasta el fuerte desplazamiento de nuestra cultura campesina, sucedido en pleno siglo XX, y en todo este tiempo, el palo actuó como seña de identidad que se trasladó de generación en generación.

Por otra parte, a esta situación descrita, debemos añadir un fenómeno objetivo que acentuó la presencia de esta antigua costumbre en nuestra sociedad isleña. La violencia como fenómeno social, la criminalidad derivada de las condiciones de vida y cultura de nuestra población canaria, fue uno de los instrumentos que másfacilitaron la pervivencia y desarrollo de esta esgrima con palos tan particular. Queremos subrayar que la sensación que se tiene al tratar las fuentes de esta época es que en la transición del siglo XIX al XX, el juego del palo, alcanza un gran esplendor que coincide con el despojo paulatino de una de sus características que hasta el momento había sido fundamental: su uso violento.

Una tradición muy poco conocida: los lloros o margareo.

Sobre esta tradición hay muy poco recogido, es opinión común que no era muy extendida y que en las fechas donde se da el suceso en cuestión, no era ya habitual que se diese en nuestras islas. Los estudiosos, que han investigado sobre los lloros, han encontrado que recibe el nombre de “margareo” solo en la isla del Hierro, por lo que podríamos suponer que era una tradición propia de todo el archipiélago, pero con una denominación especial en dicha isla. El primer testimonio de lo que significaban los margareos en la isla del hierro, lo encontramos a finales del siglo XIX de manos de un viajero que a su paso por dicha isla, estuvo en contacto con esta tradición y la describió en los siguientes términos:

“…pero en medio de toda cosa buena, de tan buenas costumbres, hay algo malo, no sé si exclusivo del Hierro, pero fue allí donde primero tuve yo noticias de lo que llaman el margareo. Consiste en situarse dos personas a media noche en lo alto de las montañas próximas a un pueblo y dirigirse recíprocamente preguntas y respuestas que con calumnias o con verdad denuncien la deshonra de alguna mujer. Estas voces en el silencio de la noche son oídas en todo el pueblo, es el peor de los tormentos a que pudiese someterse el peor de los criminales…”2

Por otra parte, algunos estudiosos, como ya se ha mencionado, prestan su atención a esta costumbre. Así, Dacio DaríasPadrón,recogía algunos datos sobre el margareo o lloros para la isla del Hierro en la década de los veinte del siglo XX:

“Otra costumbre, que ya hace bastantes años ha desaparecido en el Hierro y quizá antes que en otras islas, fue la perniciosa de los lloros, llamadas en Valverde margareo. Cierto que en el fondo venían a ser en sus comienzos una suerte de censura pública hacia las personas que transgredían sus deberes; pero por su mismo carácter anónimo y por la poca cultura o civilidad de los que practicaron tan reproblable hecho, pronto degeneró el margareo en plataforma apropiada para lamás baja y grosera calumnia; que no se detenía ante el sagrado de lo privado, no respetando aun el honor de indefensas jóvenes, cuya reputación es vilipendiada, a veces desde aquella vergonzosa y soez tribuna pública. El sitio preferentemente elegido por lo nocturnos llorones, era el pico de Ayose o alguna otra de las lomas de la villa.”3

Por otra parte, Juan Álvarez Delgado, intento explicar la voz “margareo” en un pequeño estudio, donde opinaba que:

“...Si el derivado hispánico se relaciona con la voz margara por emplearse mucho este dedo para restregase los ojos en las lloronas. En el uso actual el verbo margaríar se emplea hoy día para indicar.4

Como Dacio Darías nos ha descrito, el lloro era una costumbre muy ofensiva y agresiva, en la cual un grupo de personas, hombres por lo general, aprovechando la oscuridad de la noche, se situaban en un lugar alto de la localidad y proferían gritos, insultos y afrentas sobre alguien en particular. Por lo que se observa, una diana favorita de los margareo o lloradas eran las jóvenes casaderas o sobre las cuales alguien se quería vengar. Los lloradores hacían pública y notoria su presencia mediante el ruido, para lo que se empleaban objetos tan característicos como los bucios, los tambores canarios y los ajijides.5

En el caso que nos ocupa, los lloros de la Cruz Grande del siete de enero de 1905, fueron el detonante de una brutal explosión de violencia que causó cuatro fallecidos y más de diez heridos. Este suceso se dio entre dos familias que, en principio y según los testimonios, no tenían problemas de convivencia ni cuentas pendientes. Según las informaciones de los imputados y declarantes en el importante proceso judicial que generó este hecho criminal, como por ejemplo el de Cecilia Expósito, testigo, declaró que:

“Confirma el relato de su marido y añade que los gritos y los rejijides que oyó en el sitio del suceso eran como cuando el Cristo de La Laguna entra con mucho fuego.”6

Otro de los testigos declarantes confirmó que “todos los años ha habido lloros en el Púlpito”.7

Esquema simplificado de los hechos:

El lugar conocido como la Cruz Grande es un barrio o caserío de la Laguna, ubicado justo al pie de la colina del Púlpito y que está encajado entre el camino del Boquerón y la carretera TF 154. Es una zona eminentemente agrícola y ganadera, con presencia de casas campesinas con pajares y eras, pues es una zona de cultivo de cereales. El siete de enero de 1904, entre las nueve y las diez de la noche, se estaba celebrando una boda entre dos vecinos de La Laguna, concretamente del caserío ya citado. Sus nombres eran María Hernández Suarez y José Lugo Lutzardo, en estas circunstancias varios vecinos de los novios decidieron iniciar los lloros o margareo, y para ello eligen las laderas del Púlpito, por ser un logar elevado y propicio para que sus gritos y ruidos lleguen con claridad a todos los hogares del caserío.

Salen con los bucios, una cuadrilla de hombres y alguna mujer, y comienzan a gritar ofensas contra la joven novia en relación, sobre todo, con su virginidad y anteriores relaciones. Ante las ofensas y acción de los lloros, el novio, hermanos y otros individuos deciden terminar con esta situación de forma violenta y armándose con palos, cuchillos y un arma de fuego, salen de la casa donde se estaba celebrando la boda y van en busca de los lloradores. Por su parte los lloradores huyen de la zona del margareo, y de la ladera del Púlpito van a casa de un conocido, Félix Martín “el Gato” y ahí se refugian.

La parte contraria, es decir, el novio, sus hermanos y amigos, al no encontrar a los lloradores en la ladera de la colina, se esconden cerca de la casa de Felipe, en un pajar, a la espera de contactar con los lloradores. Hay que mencionar, de pasada, que varios de los vengadores tienen experiencia militar de la guerra de Cuba y acciones de combate en las guerrillas de dicha contienda. Tras un rato de espera, Felipe el Gato sale de su casa a atender el ganado que tenía en la era, este es el momento que esperaban los vengadores para comenzar su acción. Caen sobre Felipe y este pide ayuda a sus hijos y a los lloradores que aún estaban en su casa. Los dos grupos se encuentran en la era y se genera una fuerte reyerta, entre un amplio número de personas, en que las armas usadas básicamente son el palo, el cuchillo y un arma de fuego. Además se debe mencionar que los lloradores supuestamente emplearon dos perros que azuzaron sobre los vengadores de las ofensas y que fueron repelidos con los palos. Tras el violento combate quedan varios fallecidos y entorno a los diez heridos de diversa consideración. Se debe decir que la lucha se desarrolló en medio de la oscuridad.

Los "lloradores"

Las personas que protagonizaron el margareo o los lloros son vecinos del caserío “La Cruz Grande”. Eran un grupo amplio de varones, y algunas mujeres, y estaban vinculados por razones de parentesco y amistad y según las fuentes son los siguientes:
Felipe Martín, apodado “el gato”, de 58 años de edad, en su casa se ocultaron los lloradores, resultófallecido. Nicolás Martín, hijo del anterior, de 25 años de edad, resultó fallecido. Gonzalo Martín, hermano del anterior, de 19 años de edad, fallecido. Cristóbal Rodríguez, apodado “el camellito”, vecino de los anteriores, fallecido.Francisca Expósito, esposa de Felipe Martín, procesada por su participación en los hechos, recibió golpes de palo de la parte contraria. Jacinta Martín, hija de la anterior, informó que sus hermanos no llevaban palos. Gregoria Martín, hermana de la anterior. Estebano, otro llorador que informó de la participación de otras personas en los lloros como: Domingo “el burro”, Cecilio y otros más. Ramón Rodríguez, hermano del camellito, entró en la reyerta de la era, recibió golpes de palo, resultó con un brazo roto, escapó del lugar de la lucha. Domingo Rodríguez, estuvo en casa de Felipe Martin tras los lloros en el Púlpito, al salir no fue a la reyerta de la era, sino a su casa, resultó ileso.

Los "vengadores"

Las personas que estaban del bando de los ofendidos y que se convirtieron en vengadores de la ofensa después, también estaban unidos por lazos de parentesco y amistad y por supuesto eran vecinos de los lloradores. Los datos que tenemos de los ofendidos/vengadores son los siguientes.
María Hernández Suarez, la novia en la boda. José Lugo Lutzardo, el novio, detenido. NicolásHernández Suarez, hermano de la novia y principal agresor, detenido. Juan Hernández Suarez, hermano de la novia, detenido. Alejandro Lugo Lutzardo, hermano del novio, detenido. Antonio Rodríguez Gil, vecino de los contrayentes, detenido. Sebastián Lugo, vecino y amigo de los novios, detenido. Además hay que señalar que el padre de la novia “Cho” Victoriano Hernández salió a por los lloradores, no fue detenido ni procesado.

Juego del Palo

En otros trabajos hemos empleado como circunstancia objetiva en la sociedad canaria del siglo XIX y principios de XX la violencia presente en la sociedad como elemento que permitió y tal vez estimuló la presencia y crecimiento del juego del palo. Como ya hemos dicho más arriba, se deben añadir además a esta causa objetiva, la propia existencia de la tradición indígena y los efectos que el colonialismo determina en el modelaje de la cultura sobre la que ejerce su acción destructora. En este caso se nos podría decir que el uso de palos para la violencia no es un monopolio claro de la sociedad isleña y que es usado por cualquier individuo que en cualquier parte del mundo tenga ese implemento en el momento adecuado. Pero se debe decir por un lado que al existir en Canarias la antigua tradición del uso de los palos para la ejecución de actos de violencia física entre individuos y además, estar muy extendida la enseñanza y aprendizaje de, cuandomenos, los principios básicos de esta esgrima entre ampliossectores de la población, es muy probable que los contendientes de este suceso que estamos estudiando tuviesen conocimientos de esta esgrima con palos. Queremos decir con esta idea que, obviamente, no es acertado como principio metodológico vincular directamente cualquier hecho violento donde los palos hubiese ejercido un protagonismo con el juego del palo, pero si es cierto que esta violencia se convierte en el nicho que genera, entreotras cosas, la existencia y permanencia de estaantigua tradición indígena.

Por otra parte, en esta ocasión si, nos encontramos con datos que se pueden extraer de las fuentes de estos acontecimientos y que si vinculan directamente lo sucedido en la era de La Cruz Grande con el juego del palo. Por una parte el uso de acciones y técnicas propias del juego del palo y por otra, la elección que hacen los contendientes de los palos de membrillero, que son los tradicionalmente usados para el juego en su faceta mas violenta, por sus características de flexibilidad y dureza. En esta línea, los principales datos que hemos encontrado en esta ocasión y que vinculan a este suceso directamente con el juego del palo, es el uso de técnicas de combate propias de esta esgrima, durante la grave reyerta de la era y que terminó con cuatro muertos y más de diez heridos. En las fuentes de prensa del momento se comunica la siguiente información, perteneciente a las declaraciones judiciales, de la que extraemos los siguientes fragmentos:

“José Lugo y Antaño Chico se quedaron detrás. Juan y su hermano Nicolás siguieron delante, pero como no vieron a nadie retrocedieron al poco tiempo y al llegar de nuevo a la era se encontraron con seis o sietehombres armados de garrotes -. ¿Que se ofrece?- preguntarony la contestación fue una descarga de palos que cayó sobre Nicolás por estar más cerca, el cual fue derribado en el suelo al mismo tiempo que un enorme mastín y otro perrillo blanco se abalanzaron para morderle.
Juan le defendido haciendo molinetes con un palo; Nicolás se defendía con el suyo, pero habiéndosele roto en la contienda, saco un cuchillo y empezó a pinchar…”

No solo el dato referente al enfrentamiento entre dos grupos de individuos armados con palos, que se ataquen y se defiendan mediante la esgrima de dichas armas, sino que además, y siguiendo el relato expuesto por uno de los contendientes, Juan Hernández, informa que se defendían “haciendo molinetes” con sus palos. Y estos, los molinetes, era la designación propia de uno de los movimientos más recurrentes en el juego del palo del momento, según Juan Bethencourt Alfonso lo había investigado unos pocos años antes:

“Trozo y punta: la escuela más artística y más efectiva en las funciones de guerra […] consta de cuatro cuadras completas, dos derechas alta y baja y otras dos izquierdas […] los ataques y defensas se hacen indistintamente con el trozo o la punta, así con los golpes de punta por ambos extremos del garrote que participa de palos largos, falseos, de los palos de rueda derecha con el trozo por encima y por debajo y de los molinetes.”

Los molinetes que hoy en día reciben el nombre de recogidos, son una parte muy vistosa del juego del palo, y en la técnica tienen una doble utilidad, sirven para defenderse y atacar al mismo tiempo. Es un movimiento tan llamativo y característico que fue citado también por el propio José Martí, padre de la independencia cubana:

“Los isleños de las islas Canarias, que son gente de mucha fuerza, creen que el palo no es invención del inglés, sino de las islas, y sí que es cosa de verse un isleño jugando el palo, y haciendo el molinete.“

Por otra parte, no solo se habla de la técnica de los molinetes desarrollada en este suceso violento y que pertenece a las empleadas habitualmente al juego del palo. En otro pasaje del juicio y de las declaraciones de los protagonistas encontramos otra alusión clara a una segunda técnica usada en esta esgrima canaria:

Refiere después las peripecias del encuentro. Los perros cayeron sobre Nicolás, este se defendió con el palo y después con el cuchillo. El declarante tiró del revés con el bastón. Al lado de Nicolás vio sucumbir a tres hombres y cunado ya habían vencido a sus enemigos llegaron su cuñado José y Antonio Rodríguez.”

El revés, o tirar de revés, es una técnica que tiene su complejidad y que también se emplea en la esgrima con palos de Tenerife, es una de las técnicas antiguas y básicas de la escuela Morales de San Andrés. Se adjuntan a este artículo fotografías de ambos movimientos.

Así mismo se escogieron las armas adecuadas a la tradición canaria de la violencia, es decir, los palos y las armas blancas. En relación a los palos, se hace especial mención a los palos de membrillero, especialmente escogido por su extraordinaria flexibilidad y extrema dureza, un declarante informa:

“…que al oír los lloros dijo su padre: ; que entonces salieron con intención de batirse si no dejaban de llorar; que llevaba un bastón de membrillero y los demás palos; que al llegar al Púlpito se desbandaron los lloradores…”

Conclusiones

Podemos concluir que es este otro ejemplo que confirma la existencia de la violencia criminal entre estas capas de la sociedad canaria, como el nicho donde se guarece el juego del palo, una tradición indígena que pervive hasta nuestros días, entre otras cosas, por esa misma faceta utilitaria.

También queremos hacer una reflexión que, a nuestro juicio, posiblemente tenga alguna trascendencia.Tradiciones como los lloros y el uso del palo como implemento común –y por extensión, del juego del palo- fueron fenómenos que por su propia naturaleza ofensiva/agresiva, van perdiendo terreno ante el proceso civilizador de la sociedad capitalista burguesa en Canarias. Sabemos que el declive de la violencia social está en relación directamente proporcional al monopolio de esta por el estado, que se otorga así mismo la potestad de ser el único capacitado legalmente para el uso de la fuerza. El macro juicio, de larga duración y gran cantidad de público, que generó la causa del Crimen de la Cruz Grande, fue también un paso más en la pérdida de sentido y desaparición de tradiciones como estas, pues en las sesiones de este proceso, se puso de manifiesto la incongruencia que para la nueva sociedad representaban estas antiguas tradiciones. De alguna manera, el público pendiente de este suceso, recibió la idea clara, de que a la luz de la legislación del estado, acciones como los lloros, o la venganza violenta con las armas del país, no podían ser toleradas por la ley. La trascendencia del proceso judicial que siguió al Crimen de la Cruz Grande no puede pasar desapercibida, la afluencia de público fue impresionante:

“En el auditorio, además de un número considerable de vecinos de los pueblos comarcanos, hay muchas personalidades salientes de esta ciudad y casi todos los abogados del Colegio de la misma.”13

Fue de tal magnitud la presencia de personas que se hubo de apuntalar la sala de sesiones de las Casa Consistoriales de La Laguna donde se estaba llevando a cabo el juicio14. El proceso duró un año desde su inicio a la publicación de la sentencia, con suspensiones y reinicios, y tuvo como principal imputado a Nicolás Hernández Suarez, autor material de los homicidios el cual fue condenado a 12 años de prisión en un penal de la península. Tuvo una gran repercusión mediática pues fue seguido por una parte importante de la prensa isleña y esto, sostenemos, significó una relectura más de estas costumbres para la población isleña, a partir de todas las consideraciones que se hicieron durante este proceso.

Referencias

1 MORALES MAGYÍN, José Víctor: Historia del Juego del Palo Canario, Ediciones Idea Ediciones Aguere, Santa Cruz de Tenerife, 2010.

2 D.Q: De Viaje III, Carta abierta a mi querido y respetable amigo el señor don J. F. S ; Cronista de Tenerife, Año III, nº 769, 28 junio de 1896, Santa Cruz de Tenerife.

3 DARIAS y PADRÓN, Dacio; Noticias Generales Históricas sobre la Isla del Hierro, Imprenta Curbelo, La Laguna 1929, p 320

4 ALVAREZ DELGADO, Juan: Eceró, notas lingüísticas sobre el Hierro, Revista de Historia, Tomo 12, Año XIX nº 74, Facultad de Filosofía y Letras de ULL, 1946, pp 152--165

5 Nota: Esta es una de las costumbres desaparecidas, a las que habría que añadir, por ejemplo, la del zorrocloco o covadas, en la cual el hombre escenifica el parto cuando su mujer está en dicho trance, costumbres estas ancestrales y poco estudiadas debido a su desaparición con la llegada del modelo capitalista burgués de sociedad, citado por Cirilo Leal en; Alberto Galván antropología e identidad canaria. Revista digital Bienmesabe, nº 426, sábado, 14 de julio de 2012

6 Noticiero Canario, Diario de Información General, 3 marzo 1905, Año I núm. 279, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

7 Noticiero Canario, Diario de Información General, 3 marzo 1905, Año I núm. 279, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

8 Noticiero Canario, Diario de Información General, 11 – feb- 1905, año 1, nº 262, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

9 BETHENCORT ALFONSO , Juan, Historia del Pueblo Guanche, Etnografía y Organización Sociopolítica, Tomo II, Edición comentada por Manuel Fariña González, Francisco Lemus Editor, La Laguna, 19991 pp 332-335.

10 Citado por MORALES MAGYÍN, José Víctor, opcit, PP 96.

11 Noticiero Canario, Diario de Información General, 3 marzo 1905, Año I núm. 279, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

12 Noticiero Canario, Diario de Información General, 3 marzo 1905, Año I núm. 279, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

13 Noticiero Canario, Diario de Información General, 4 marzo 1905, Año I núm. 280, San Cristóbal de La Laguna, Tenerife.

14 La Opinión, Periódico Liberal, nº 37740, 31 / 1 / 1905, Santa Cruz de Tenerife.